jueves, abril 18, 2024
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Los alcances del Plan Regionalización bonaerense

Impulsado por el gobernador Daniel Scioli, el proyecto de Ley para la Regionalización en la Provincia ya se encuentra en análisis en la Legislatura. Desde el oficialismo afirman que el Plan será un aporte fundamental para mejorar la gobernabilidad. En dialogo con LA GRAN CAPITAL, Santiago Montoya, coordinador de la propuesta, detalló y explicó de qué trata este nuevo plan.


-¿De qué trata la regionalización?

-Es un plan estratégico que modifica, actualizándolo y tecnificándolo, al paradigma del modelo de Estado provincial. Está pensado como política de Estado para completar en sucesivas gestiones. Desconcentración hacia regiones, descentralización hacia los municipios y región metropolitana, son los ejes básicos del Plan. Para alcanzar el objetivo nos basamos en instalar tres pilares: incorporación de tecnología, reforma administrativa de la Provincia y fortalecimiento del Estado central, ejes para acercar el Estado a la gente.

-¿Cómo actúa la regionalización dentro del Plan?

-Implica la desconcentración del aparato provincial hacia las regiones, y conlleva un proceso simultáneo de descentralización y autonomía de municipios. El Plan asume la misión de llevar las instituciones del aparato provincial a todo el territorio de la provincia y facilitar el despegue productivo del interior. Al aplicar una “mirada regional” –que atiende particularidades socioeconómicas, históricas y culturales, delinea una estrategia que contempla las potencialidades de cada corredor productivo, favoreciendo las oportunidades laborales, educativas y generando incentivos para la radicación de los trabajadores lejos del Conurbano. Estamos convencidos de que la Provincia se enfrenta a una década clave para su historia institucional, productiva y social. La expectativa de continuidad del proceso de crecimiento económico de nuestro país y su salud financiera, constituyen una oportunidad única para repensar sus debilidades estructurales a nivel administrativo.

-¿De dónde surgen esas debilidades?

-Muchos de los problemas que aquejan a la provincia son herederos de una ingeniería de la administración pública que no cambió con el paso del tiempo. La concentración de responsabilidades en una estructura central fue fundamental para sentar las bases de una provincia en la que sólo el 2% de los argentinos vivía en los alrededores de la Capital y el 14% en el vasto y agro-exportador interior provincial. Era el siglo XIX. Pero desde el siglo XIX hasta la actualidad, ocurrieron decisivos cambios en la provincia.

Por caso, el proceso de industrialización impulsado entre 1945 y 1955 por Juan Perón, generó -como efecto colateral- que el Conurbano bonaerense creciera hasta albergar hoy al 25% de la población del país. Lamentablemente, la posterior destrucción de esa base productiva generó, en la provincia argentina más rica, el corredor urbano más desigual y vulnerable, sumido en la desocupación y el hacinamiento. El vigoroso proceso de recuperación productiva de los últimos ocho años nos brinda una base firme para enfrentar este problema.

-¿Cuáles son las dificultades más graves que afronta la Provincia?

-Durante los últimos treinta años, la Provincia se enfocó política e institucionalmente en intentar recomponer un tejido social y una infraestructura pública en constante deterioro. La mencionada concentración poblacional en el Conurbano, paradójicamente, dio impulso a un círculo vicioso que fomentó nuevas formas de migración interna hacia la región metropolitana. Los organismos de gobierno, por su parte, se convirtieron en entes “fuera de escala”. Agobiados por la resolución diaria de innumerables cuestiones operativas, crecieron en tamaño hasta complicar mucho la gerencia pública.

Como resultado, el Ejecutivo provincial resignó su capacidad de planificar y controlar la implementación de políticas públicas. Esa carencia nos legó el principal nudo que frena actualmente el desarrollo armónico, integral y estratégico de la provincia: el escaso aprovechamiento del potencial productivo del interior y la incesante concentración de la población en el Conurbano.

A su vez, debemos sumar las falencias en materia de gestión de servicios públicos y atención ciudadana.

-¿El Plan de Regionalización soluciona esos problemas? ¿Responde a las demandas?

-El Plan viene a dar respuesta a esos desafíos. Fomentar la asociatividad entre municipios es un objetivo central: la radicación de industrias de alto valor agregado requiere de vías de comunicación e infraestructura integradas, que faciliten la circulación de bienes y personas. Esto supone también agilizar trámites antes de su ejecución y desactivar problemas regulatorios que obligan a los empresarios a un peregrinaje continuo hacia la capital. Por otro lado, el Plan propone coordinar y articular políticas destinadas a generar soluciones en el terreno de la infraestructura social, el transporte, la salud, el saneamiento ambiental y la seguridad en el Conurbano bonaerense.

-¿La expansión del Conurbano es similar a la de otros conglomerados del mundo?

-Es muy parecida, aunque más caótica. La experiencia internacional demuestra que las metrópolis del mundo poseen áreas periféricas con problemáticas análogas a las nuestras. Conformar una Región Metropolitana implica tomar la iniciativa en materia de diálogo con la Nación, la Ciudad de Buenos Aires y los municipios del Conurbano, para dar respuesta a las necesidades e intereses comunes a los ciudadanos de las jurisdicciones intervinientes. A tal efecto, es ineludible institucionalizar una plataforma de coordinación multijurisdiccional.

-¿Qué rol juegan los municipios en este Plan?

-Son claves. El Plan les otorga una mayor autonomía, ya que los sitúa como ámbitos privilegiados para la detección de las necesidades y demandas de los ciudadanos. Municipios más fuertes, con mayor autonomía, junto a las regiones, serán las herramientas para articular y mediar entre el Estado y los requerimientos de la gente, acortando así la distancia entre los problemas y las soluciones.

-¿Cuáles serán los beneficios más inmediatos?

-Por ejemplo, se notarán en las licitaciones para construir una obra pública. El proyecto determina que el administrador regional será responsable de mantener el establecimiento. La incorporación de tecnología disminuirá o eliminará los trámites presenciales y hará surgir nuevas prestaciones, como la inscripción online para las escuelas o para turnos en hospitales.

-¿Habrá cambios en los organismos provinciales?

-Cada región ejecutará los planes y programas que determinen las políticas provinciales, por lo que se prevé una adecuación de las estructuras administrativas de los ministerios y organismos provinciales a la nueva institucionalidad. El Plan de Regionalización genera muchas expectativas simplemente porque apela al el sentido común: si la estructura político-institucional data del siglo XIX y desde entonces la realidad cambió tanto que la provincia parece otra, entonces ¿qué esperamos para cambiarla?

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