El próximo 2 de junio será motivo de celebrar el Día del Bombero Voluntario en nuestro país. Pero poco sabemos del por qué de esta celebración.
Cuenta la historia que la elección de esta fecha se remonta a 1884, cuando en el popular barrio de La Boca se funda la primer Asociación de Bomberos Voluntarios, entidad que es considerada madre de la actividad en nuestro país.
Pero un año antes, en una tarde de diciembre, la paz de una barriada de inmigrantes ya entonces muy popular, fue alterada por un voraz incendio que amenazaba destruir un comercio ubicado en las calles Corti y Rivas, cerca de la ribera, y en lo que hoy es la avenida Almirante Brown.
Hay que tener en cuenta que por entonces, un incendio era un hecho cien veces más dramático que hoy. Ese día las lenguas de fuego salían por las puertas y ventanas del comercio y las llamas se esparcían velozmente amenazando propagarse y extenderse hacía las construcciones vecinas.
De entre el público que estaba mirando ese fuego, salió un muchacho de 20 años gritando: «¡Adelante los que se animen, vamos apagar el incendio!» Esa orden había partido de Orestes Liberti. En pocos segundos se formó una cadena humana en la que hombres y mujeres portaban baldes que se llenaban en el río, dada su proximidad.
En la primera fila estaba el joven Liberti, convertido por los hechos en el jefe de ese improvisado grupo de Bomberos.
Así fue que la familia Liberti -padres y hermanos de Orestes- convocaron en los días posteriores a un grupo de vecinos, la mayoría de ellos inmigrantes italianos, advirtiendo la necesidad de crear un Cuerpo de Bomberos Voluntarios en el barrio que habían elegido para radicarse, impulsados además por un hecho que era contundente: la mayoría de las casas de La Boca eran de madera y zinc.
Así, por iniciativa de Tomás Liberti, vecino de la Boca e inmigrante italiano, el 2 de Junio de 1884 se creó el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Boca, con el lema «Querer es poder».