La sexóloga favorita de Iberoamérica lo ha hecho todo. Programas de TV, colaboraciones en revistas, libros y demás. Ahora tiene un nuevo emprendimiento, exitoso por cierto: la lencería erótica.
Ciertos estudios han señalado que la palabra sexo es la más escrita en los buscadores; otros que los hombres piensan en sexo cada 52 segundos; mientras que otra investigación concluyó que en realidad son las mujeres quienes le dedican media hora más al día que los hombres al tópico. En esta sociedad altamente sexual, en los medios de comunicación surge una figura que tira abajo las paredes de lo preestablecido y encara no al sexo, sino a la sexualidad humana. Alessandra Rampolla es la sexóloga amiga de Iberoamérica y desde hace ocho años que su imperio avanza en la conquista de nuevas tierras.
Siendo el foco de atención pública en el campo de la sexualidad, Alessandra dio un paso más, asociándose con la diseñadora argentina de lencería erótica, Geraldine Lura, fundadora de Dolcediva.
Los negocios
Todo está muy bien pensado, nada es al azar; desde la propuesta de la marca hasta la forma de comercialización. La firma invita a las mujeres a que se sientan cómodas en su piel bajo el concepto “La experiencia de seducir”. Las prendas se caracterizan por ser accesibles al bolsillo y por su influencia europea, lo que resulta en una línea elegante y sofisticada.
En cuanto a la forma de comercialización, ésta se hace a través del e-commerce y la venta directa por medio de revendedoras rebautizadas como “Consultoras en seducción”. Y al tratarse de productos íntimos, la privacidad es un elemento clave, y la experiencia con la marca es particularmente importante.
La propuesta consiste en ayudar a las mujeres a que consigan su independencia económica. Las consultoras en seducción organizan “eventos de seducción”, en donde se presentan las prendas y se comparten experiencias entre las compradoras. Estas revendedoras, devenidas en asesoras, tienen una preparación especial para poder aconsejar a sus compradoras con tips de seducción.
La línea de lencería va desde talles S al XXL, para que las mujeres con más peso también sepan qué se siente la “experiencia de seducir” a su pareja. Por otro lado, los conjuntos tienen un precio promedio de $170 (pesos argentinos), un costo razonable en comparación a otras marcas.
Los colores expresan tanto a las mujeres más tímidas, a través del rosa, fucsia y blanco, y para las atrevidas, el rojo y el negro. El público objetivo son las mujeres de 30 a 50 años, que piensan que el sexo y el deseo no tienen edad ni talle.
Promociones
Desde la óptica marketinera, hasta las promociones de Dolcediva tienen coherencia en su rubro y son percibidas como oportunidades interesantes, que aseguran fomentar la sensualidad en la pareja. Con descuentos en restaurantes afrodisíacos y libros de la misma Rampolla, logran tentar a las compradoras en conseguir un beneficio extra, que otras marcas de lencería erótica no ofrecen.
Vale decir que Alessandra es una de las figuras que, gracias a su talento y trabajo, logró expandirse en nuevos rumbos sin perder su esencia. Se convierte, así, en otro caso que demuestra que para vender bien, nunca hay que venderse.