Si hay un hombre que está marcando la historia de Ensenada es Mario Secco. Este puntalarense, asumió su compromiso político desde muy joven. Con apenas 14 años ya trabajaba en la Comuna barriendo las calles. Después de su paso por el gremio de los municipales, hoy es el intendente de su querida Ensenada, por tercera vez consecutiva.
La Gran Capital, en el marco del 211° aniversario de la ciudad, mantuvo una extensa charla con el jefe comunal, quien entre otras cosas, llamó a seguir apostando por Ensenada.
-Cuénteme ¿cómo nace su vocación política?
-Si bien me recibí en el Colegio San Vicente de Pauls de La Plata con el titulo de oficial mecánico, desde los 14 años trabajaba en la Municipalidad. Recuerdo que entramos diez pibes –el único que quedó de ellos soy yo- que ya no soy más un pibe, y mi primer trabajo fue barrer las calles, después fuimos ocupando diferentes lugares. A los 17 años ya era delegado gremial, era el que representaba al Corralón Municipal. A esta temprana edad ya tenía un compromiso. Muy joven también fui secretario general del gremio, antes había sido secretario de desarrollo social. El último periodo no lo cumplí en el gremio, porque los compañeros decidieron que me presentara como candidato a Intendente. A mí mucho la idea no me gustaba. Me había preparado para ser un buen secretario general, no para intendente. El destino quiso que me presente, hubo también mucha presión para que lo hiciera, y ganamos.
– Y hoy ya va por su tercer mandato
-Creo que la sociedad se ha volcado a dar un claro mensaje, de profundizar el proyecto y el modelo. Nos volvió a elegir el 60 % de los votantes, sacamos una gran diferencia. Y éste ha sido el mejor reconocimiento a todo lo que hemos logrado. Ha sido muy fuerte. Porque la verdad es que hemos batido record en todo lo que me puedas preguntar, en salud, en obras públicas, en servicios, la cultura, o el deporte, donde ha habido reconocimientos internacionales, como la chica de canotaje. Es muy bueno poder haber sido una puerta para aquellos deportistas locales que no tenían medios para darse a conocer en el mundo. Al comienzo era más difícil, porque teníamos que atender la decisión política de haber echado a todas las empresas que tenían los servicios y municipalizar todo. Había otras prioridades, y había que utilizar los fondos para armarnos de herramientas y camiones. Pero hoy nos podemos dar otros lujos. Y más cuando pagamos una deuda escandalosa que habíamos heredado. Hoy este municipio es otra cosa. Ha saneado su déficit, sus deudas, seguimos invirtiendo, hacemos obras con fondos municipales, más allá de los que conseguimos desde la Provincia o de la Nación. Creo que estamos haciendo una gran cruzada también. Hay obras, como por ejemplo La Casona, un viejo edificio donde haremos la Biblioteca Municipal; el Cementerio municipal; el Palacio mismo de la Comuna. Calculamos que para fin de año estaremos inaugurando otra parte nueva del Palacio, y así sucesivamente hasta ampliar un 150 % más de metros cuadrados para la atención del público.
Hay muchas obras, también de cloacas, de calles, de rutas, de agua potable, planes de viviendas, más plazas, espacios verdes y públicos, el alumbrado que ha sido monstruoso, la remodelación de La Merced. Un trabajo muy fuerte también es con aquellos que más necesitan. La Secretaría de Desarrollo Social es una de las que más invirtió en la gente. Un ejemplo es lo que pasó después del temporal: compramos 890 techos, 100 prefabricadas, nos hicimos cargo de arreglar las torres del barrio UOM. Nunca la Comuna había respondido tan fuertemente. Estamos contentos de haber podido dar respuestas rápidas.
-¿Cuáles serian, entonces, las asignaturas pendientes?
-Siempre hay algo. Uno sueña con poder desarrollar aún más los espacios públicos para que la gente tenga mejores lugares para disfrutar en familia. Una de las ideas que queremos volcar, que estamos proyectando, es la Rambla Municipal. Ella, ubicada en el Pasaje del Buen Vecino en la Vieja Estación, ofrecerá todo un centro gastronómico, y un espacio para la cultura callejera y la recreación. Son tres cuadras, donde la frutilla del postre está dada por las instalaciones de la Vieja Estación, como centro cultural, y la Biblioteca Municipal. Así en estos cuatro años queremos lograr también otras cosas, como la Ruta 15, que ya está licitada y estamos en el proceso de adjudicación; es una obra millonaria que va desde Ensenada hasta Punta Lara; también la transformación del Camino Rivadavia en Autovía, que está pendiente de adjudicación. Son obras muy deseadas por todos los ensenadenses. Otra obra que vamos a pelear es el Puente San Martin, en el arroyo Doña Flora, donde 4500 casas no se van a inundar más. Seguimos invirtiendo, ya llegamos a las 180 unidades municipales. Nunca tuvo un capital tan importante la Municipalidad.
-¿Cuál sería el secreto para llevar adelante una tan buena gestión?
-Creo que lo primero es tener un buen equipo, tener la capacidad para poder armarlo, porque además de ideas hay que estar bien acompañado. Estoy convencido de que lo he logrado, una persona sola no cambia la historia. En este sentido, venimos trabajando muy fuerte y nos queda un camino muy largo para recorrer. El pueblo nos dio un claro mensaje en las urnas.
-¿Qué es lo que le espera a la ciudad para estos próximos cuatro años?
-Van a ser los mejores que hayamos vivido, porque hemos adquirido una experiencia muy importante, porque la gente nos tiene confianza, y también hemos tenido un reconocimiento fuerte desde la Provincia y la Nación, y ello es muy bueno porque te permite gestionar con “más espalda”. Estamos orgullosos del trabajo que hicimos y hacemos. Despegamos a Ensenada. Y por ello también se acercan las grandes obras, consecuencia de ésto, como la Central Termoeléctrica, la planta de Basura Cero, la segunda planta de Agua Potable. Así valorizamos todo nuestro trabajo y no nos vamos a dormir en los laureles. Creo que los ensenadenses estamos viviendo en plenitud, y hemos desarrollado la cuestión cultural de defender y amar a nuestra ciudad. La propuesta es seguir apostando a ella.
-Quizás preguntarle a qué se dedicará luego que termine su mandato es un poco apresurado, pero ¿qué cree que hará?
-Lo primero es que voy a estar más tranquilo. Me tocó jugar un papel muy importante, siendo la cabeza de un equipo, y la verdad que quiero estar más tranquilo. Me voy a ir con el mejor de los recuerdos, y me voy a dar el tiempo que no pude, son muchos años…asique me dedicaré a mi familia mucho más. Quiero darme la oportunidad de dedicarme a mis tres hijos, que hoy, prácticamente no los veo, es muy poco lo que puedo compartir con ellos. Mi vida arranca a las 6 de la mañana, muy temprano vengo para el municipio, luego a la tarde me voy a Capital porque estoy abocado a la militancia kirchnerista, pero bueno todo este esfuerzo es lo que me ha dado grandes reconocimientos.
-Pero tampoco va a decir que su carrera terminaría allí…
-No, no… la vida del militante nunca termina. Ni tampoco voy a tirar la casa por la ventana cuando transcurran estos doce años. Me gustaría que siga un grupo de gente, preparado para ello. En cuanto a mí, no lo sé, las puertas están abiertas, nunca se sabe.