El Dr. Mammoni además de ser el presidente de Confeclisa –Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios y Hospitales- es el presidente de Fecliba, Distrito I.
Al hacer el balance correspondiente al sector, sostuvo que en “2012 el tema sanitario y el control de enfermedades estuvo bastante controlado. No obstante –continuó- hemos notado que hay enfermedades reemergentes, como la sífilis o la tuberculosis, cuestión que demuestra que la salud tiene sus condicionantes sociales y eso lo está afectando”.
En tal sentido, consideró que “hay que trabajar en estos condicionantes sociales para poder prevenir el resurgimiento de estas enfermedades”. “Nuestro sistema de salud –si puede ser llamado sistema- no está bien articulado”, adujo, refiriéndose a la articulación que no existe entre el sector público y el privado. “El ‘sistema’ está armado para el tratamiento de la enfermedad más que para prevenirla. Hablo de prevenir, no de promoción, que es distinto, ya que en este aspecto se involucran a todos los actores sociales, donde la Salus es sólo un integrante más”.
Sucede que, según el Dr. Mammoni, “el tratamiento de la enfermedad está organizado bajo una lógica financiera. Es decir, nosotros tenemos que ajustar el sistema de salud de acuerdo a la plata que hay, en vez de ajustarla a la demanda de la gente. Y si hablamos de oferta y demanda, esa demanda muchas veces no es la necesidad. Pero esa lógica financiera hace que año tras año, toda esa estructura sanitaria vaya sufriendo un deterioro”. A modo de ejemplo: “en el sector estatal, el 70 % del presupuesto de salud se va en los hospitales, vinculado a los sueldos”. “Es decir, el sistema está armado en función del que vive del sistema y no para el que vive por el sistema”, agregó.
Asimismo, el doctor se refirió al problema que atraviesa la seguridad social en el ámbito privado, que también está atado a un salario, y los aumentos salariales no reflejan los incrementos en los costos de salud. “Los aumentos salariales de los trabajadores son no contributivos, por lo que no se reflejan en las obras sociales. Y teniendo en cuenta los incrementos en los costos de salud, nos encontramos en una especie de crisis también”.
Una muestra de ello es lo que sucede con el IOMA, que tiene “dos meses de atraso en los pagos, a pesar de tener un presupuesto que creció dos veces más que el del Ministerio de Salud”, subrayó Mammoni. Por todo ello, “se avecina un 2013 bastante complicado en la negociación con las obras sociales, de acuerdo a las pautas salariales que se están fijando en las paritarias”.
Desde esta óptica, la situación de los sanatorios y clínicas es bastante critica. “las alternativas son: o cerrar, o para pagar sueldos no se pagan los impuestos, o no se invierte en tecnología”, cuestión que a la larga trae aparejado el deterioro de la calidad de atención. Sumado a ello, “hay que saber que existe una inequidad de financiamiento sanitario en el país ya que las provincias del sur duplican a las del norte”, indicó y agregó: “habría que hacer una canasta básica de prestaciones, que la cumplan todas las provincias, y aseguremos el financiamiento”.
Por ello, volvió a remarcar el tema de la articulación. “Crear redes y no superponernos en las prestaciones, entre el sector público y privado”, lo que su colega, el Dr. Vazzano, mencionó como “RISS” –Redes Integradas del Servicio de Salud-. En este sentido, adelantó que justamente ese será el tema del 19° Congreso a realizarse en septiembre de 2013, en el marco de Expo Medical, en Buenos Aires.
“Ya la OPS nos lo está diciendo hace tiempo: señores articúlense, optimicen recursos, no se superpongan, porque superponer recursos demuestra ineficiencia en el gasto. En esto es dónde estamos fallando, nos falta mucho todavía en el tema de la articulación publico privado”.
Otro problema del sector es la falta de recursos humanos, con el agregado de que en el sector privado el 60 % del personal está a punto de jubilarse, y donde más se siente este problema es en áreas criticas como neonatología y terapia intensiva. “Diciendo todo esto se pinta un panorama negativo, pero no olvidemos que 2013 es un año electoral, y generalmente, suele haber alguna inyección. De todos modos, el problema del financiamiento se está volviendo un problema estructural del sistema”, concluyó.