En el marco del aniversario de Berisso, La Gran Capital dialogó con Andrés Aguiar, presidente de la Cooperativa del Vino de la Costa, quien adelantó detalles de la próxima edición de la Fiesta y contó novedades de la cooperativa que preside.
Durante el fin de semana del 6 y 7 de julio se llevará a cabo una nueva edición de la ya tradicional Fiesta del Vino de la Costa. Se trata del décimo encuentro de impronta productiva, que da cuenta de la historia de la ciudad berissense, y donde los visitantes pueden disfrutar de vinos artesanales, dulces, artesanías, visitas a los viñedos, espectáculos en vivo y el patio de comidas típicas de las diferentes colectividades que conviven en la Capital del Inmigrante.
La organización de la Fiesta está en manos de la Comuna, la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLP y la Cooperativa del Vino de la Costa, y en esta oportunidad “se va a celebrar la reactivación de la producción local de vino que ha caracterizado a nuestra ciudad, y que gracias al apoyo gubernamental ha recuperado su lugar en la producción, no sólo a nivel local sino también regional y provincial”, comentó Andrés Aguiar, presidente de la cooperativa.
Este año se cumplen 10 años de aquella primera jornada que convocó alrededor de 5 mil personas y se contaba con un estimativo de venta de 300 litros de vino, mientras que en la última edición –en 2012- asistieron cerca de 100 mil personas y se vendieron -sólo en la variedad de vino tinto seco- 3 mil botellas. “Es decir, creció la producción y creció la convocatoria”, sostuvo Aguiar.
Además hay que destacar que la tradicional celebración se ha convertido en poco tiempo en un evento turístico de gran relevancia. Como siempre, tendrá lugar en el Gimnasio Municipal, con entrada libre y gratuita. “El eje central de la Fiesta es lo productivo y lo cultural: muestras fotográficas, producción de vinos y dulces, escultores, música y comida típica de las colectividades, todo lo que representa a Berisso”, agregó Aguiar.
“Año a año hemos ido creciendo, tanto en la organización del evento, como en la cooperativa, que también está cumpliendo diez años”, indicó el presidente y aprovechó la oportunidad para informar que ya se están cerrando las inscripciones para los productores que quieran tener su stand presente, el próximo 6 y 7 de julio.
“Hay 200 stands de Berisso, de los cuales 95 son de productores. Este año también se dispondrá una carpa cultural, por fuera del predio del Gimnasio, donde estarán presentes los centros tradicionalistas y los provincianos, porque el espacio ya nos está quedando chico”, dijo Aguiar y agregó: “y como todos los años se ofrecerá al público los tradicionales circuitos al Delta, los viñedos, la calle New York y el Museo, mientras que en el Gimnasio estarán los productores y lindante, el patio de comidas típicas”.
Recuperación de la producción
A lo largo de estos diez años, además de consolidarse la producción frutihortícola local haciendo que los grupos de productores también lo hagan -ejemplo de ello es la creación de nuevas asociaciones como los de la Isla Paulino o los Ribereños- la Cooperativa del Vino de la Costa también ha seguido este rumbo. “Lo central de esta Fiesta es que celebraremos la producción, su recuperación y consolidación, ya que la zona rural de Berisso estuvo mucho tiempo relegada y sufrió bastante las consecuencias de las políticas neoliberales de los 90’”, afirmó Aguiar.
“La Cooperativa –continuó- ha crecido y se está consolidado institucionalmente. Para este año tenemos proyectado comenzar con obras de ampliación de bodegas, y compra de tanques”. La institución engloba hoy a veinte socios, que cuentan con 16 quintas, y un grupo de cinco elaboradores de agroindustria. A su vez en cada quinta hay empleadas otras cinco personas, por lo que son un centenar de fuentes de trabajo directo o indirecto lo que representa la producción del vino en Berisso.
“Si bien la Cooperativa se conformó hace diez años, anteriormente Berisso tuvo una producción de vino de mas de un millón de litros –entre las décadas del 40’ y 60’-. Esa producción se fue perdiendo, dejando al sector rural cada vez más despoblado. Hoy esa producción se ha ido recuperando, no fue un proceso rápido y fácil, pero hoy las quintas están volviendo a ser una salida económica y laboral, haciendo revalorizar el trabajo de nuestros antepasados”, concluyó Aguiar.