Tras la quiebra de Papelera San Jorge, los empleados de la empresa decidieron conformar una cooperativa y conservar su fuente de trabajo. Se conformó así la Unión Papelera Platense. Fernando Godoy, su actual presidente, contó acerca de este proceso y de lo difícil que resulta la concientización cooperativista.
En 2001, tras la presentación de quiebra de la empresa Papelera San Jorge, los empleados decidieron conformar una cooperativa. En este proceso fue de vital importancia el asesoramiento y apoyo de Fecootra, de la mano de Héctor Garay su presidente por aquel momento. De los más de sesenta empleados –entre administración y planta- quedaron unos 27, quienes fueron dándole forma a la flamante cooperativa de trabajo “Unión Papelera Platense”.
Paralelamente a la toma de la fábrica, se comenzó a gestionar políticamente para dar un sustento legal a la organización. Se inició así el proceso de posesión temporaria de dos años, hasta que se logró la expropiación definitiva. Los trabajadores comenzaron produciendo papel higiénico con una máquina que había estado parada por dos años, y de apoco pudieron formar su propia cadena de clientes. Hoy se dedican a la producción de papel higiénico blanco y cristal, papel sulfito diario y cristal, papel onda, papel toalla y papel seda.
“Dejar de trabajar en relación a dependencia a ser los propios patrones, es decir cooperativistas, ha sido un cambio muy fuerte. No fue, ni es una experiencia fácil”, fue lo primero que mencionó Fernando Godoy, actual presidente de la cooperativa, al ser consultado acerca de este proceso que les permitió continuar trabajando. “Cuando intervino Fecootra, con el amigo Héctor Garay, nos dieron apoyo y asesoramiento en el tema de conformar una cooperativa. En ese momento era algo muy nuevo, no había ninguna ley que regulara la actividad, y tampoco estaba aprobada la ley de expropiación”, explicó.
“Era todo un tema, pero había unión y unidad, y así salimos adelante. Estamos orgullosos de haber conformado la cooperativa. Fue una etapa interesante que nos enriqueció tanto a nivel personal, como laboral”, expresó Godoy, quien hace dos años se encuentra presidiendo y anteriormente participó como asociado y en la puesta en marcha de la cooperativa, poniendo en funcionamiento a las máquinas, ya que su fuerte es la metalurgia.
“Los principales valores del cooperativismo son la solidaridad y el saber compartir, y el trabajar en una cooperativa me ayudó a cultivar esos principios, enriqueciéndome como persona”, reflexionó Godoy, y agregó: “hoy seguimos compartiendo esos valores y la idea es seguir para ir mejorándonos”.
Si bien en la actualidad la cooperativa se encuentra atravesando un buen momento, hay algunas cuestiones que los tienen preocupados. “La falta de infraestructura y tecnología adecuada hace que nos cueste mucho poder competir en el mercado, sumado a la inflación y el problema de la energía”, contó el presidente; sin embargo, dijo que “pese a ello, tenemos un país hermoso que cuenta con todos los recursos, agricultura, ganadería y metalúrgica, y por eso tenemos que empezar a querernos e invertir en nosotros mismos”.
La Unión Papelera cuenta actualmente con 55 socios, y la idea es integrar más, pero la falta de mano de obra especializada es uno de los problemas. En ese sentido, en la misma cooperativa se dictan talleres de capacitación en oficios, y en breve se incorporará el curso de soldadura y proceso de corte en plasma. “También estamos a punto de firmar un convenio con la Facultad de Ciencias Exactas y con el Colegio de Técnicos para que los alumnos o jóvenes profesionales puedan realizar pasantías aquí en la cooperativa”, agregó Godoy.
“El sector cooperativista tiene una fortaleza importante que hay que saber aprovecharla, creciendo como corresponde. Nos hace falta más representación política, fortalecer la legislación relacionada al cooperativismo actual, y delinear estrategias sostenibles a largo plazo, más allá de los gobiernos de turno, para quedar fortalecidos como el sector que somos. Este sistema hay que enriquecerlo día a día, y ya se está trabajando en este sentido. Pero aun falta”, sostuvo Godoy y agregó: “una cuenta pendiente es la legislación, la creación de la figura del cooperativista de trabajo y que haga los aportes jubilatorios como tal, y no como monotributista. Esto no es más ni menos que tener una buena jubilación en el futuro. El cooperativismo es un sector que creció demasiado, y necesita una legislación adecuada, en función de su rol actual en la sociedad”, concluyó.