En el marco de una celebración por el Día de la Industria que no fue, La Gran Capital dialogó con Francisco Gliemmo, presidente de la UIGLP, institución con más de quince años de trayectoria y que engloba a unas 80 empresas de la Región Capital. Actualidad y perspectivas de un sector clave para la economía.
-¿Cuál es la situación que atraviesa la industria a nivel general?
-El sistema industrial hoy en Argentina tiene un panorama con signos de interrogación. Estamos en un estancamiento, hay sectores que crecen y han crecido muchísimo, como el automotriz que ha tenido tasas espectaculares, pero ya hoy entró en un crecimiento moderado. La tendencia es que, con la situación de Brasil y con las posibilidades de exportar de la Argentina, va a tener una terminación de año con crecimiento muy moderado. Esto arrastra, hacia abajo, el índice que anteriormente lo elevaba. Si hablábamos de un crecimiento de entre 3 y 4 % en este ultimo trimestre, estaba arrastrado por el 20 % que crecía la industria automotriz. Al no crecer tanto finalmente, el sector, repercutirá en el porcentaje final de crecimiento. Estamos en un estancamiento. El crecimiento del 1 o 2 % no es crecimiento.
-¿Ese sería el numero para el cierre del año en materia de crecimiento?
-Es muy probable que cierre el año entre un 1,5 % y 2 %. Ese número no es suficiente para sostener los puestos de trabajo. Cuando el PBI crece menos o 2 %, se está en el límite de sostener los puestos de trabajo. Hay que entender que esto es una preocupación, porque todos los años se incorporan al mercado laboral alrededor de 350 mil nuevos postulantes, con lo cual si no hay posibilidad de crear esos puestos de trabajo, obviamente aumentará el índice de desocupación. El tema industrial es un tema complejo en el país actualmente.
-¿Por qué cree que se da este retroceso en la economía?
-Porque hemos perdido competitividad. Y esta pérdida hace que no se creen nuevos puestos de trabajo, porque también no hay inversiones. ¿Y por qué no hay trabajo e inversiones? Porque hay un tema de fondo sin resolver: la inflación. Si el país no toma como prioridad que es necesario plantear medidas urgentes, en una mesa de consenso con medidas puntuales, donde haya compromiso total de cumplirlas, esas medidas se transformarán en políticas de Estado, y así bajarán las expectativas inflacionarias. El problema es la previsibilidad. Todo el mundo aumenta por las dudas porque todo el mundo trata de cubrirse. Entonces con medidas consensuadas, con la certeza que se van a cumplir, que dan previsibilidad, empiezan a bajar las expectativas inflacionarias. Porque la cuestión de la inflación tiene un gran componente que es la expectativa. Esto sería la primera medida que habría que tomar. La inflación no bajará de una, pero de a poco se irá bajando, generando expectativas de invertir.
-Desde el gobierno, la Presidente Cristina Fernández, ha convocado días atrás al diálogo con los sectores protagonistas de la economía, ¿Cuál es su apreciación sobre ello?
-Sí, la Presidente ha convocado, como pedimos nosotros, a una mesa de diálogo, pero resulta que los puntos que se tratan son derivados a comisiones y subcomisiones. No es así. Esto es un problema de fondo. En la mesa de diálogo, esas medidas puntuales que decíamos tienen que tratarse en forma inmediata, definitiva y concreta. Por eso, el panorama industrial a nivel país está en un signo de interrogación. Pronto habrá elecciones. Habrá que ver los resultados. Lo que tiene que entender el ciudadano argentino es que al margen de las elecciones, las políticas tienen que ser permanentes. Independientemente que haya o no cambio de gobierno, tenemos que acostumbrarnos a que haya políticas de Estado. Si no es imposible que haya estabilidad.
-En este marco ¿Cómo definiría la situación de la industria a nivel regional?
-Nuestra Región Capital, siempre lo digo, tiene unas posibilidades enormes, a través del motor de desarrollo que es el Puerto La Plata. El Puerto tiene como condición natural ser el primero de entrada en la red fluvial argentina. Y esto significa tener una gran ventaja competitiva, si la sabemos aprovechar. Esto es menor costo, y éste, si se traduce en ayudar a la competitividad del sector industrial, obviamente aumentará la competitividad. Para eso hay que terminar la Terminal, pero su terminación no es suficiente. La Terminal estará lista en dos meses, y resulta que todavía no hemos empezado a construir la infraestructura vial mínima necesaria que tendría que acompañar estas obras. Estas obras son las que estamos reclamando hace quince años: la electrificación de la línea de trenes La Plata-Quilmes- Constitución, la rehabilitación de la línea férrea La Plata-Brandsen que conecta el Parque Industrial y el Puerto La Plata, la rehabilitación de la línea La Plata-Pipinas-Magdalena. Tenemos que plantearnos cómo recuperamos la infraestructura vial y férrea. Dentro de la red vial, que es la fundamental porque es la más rápida, hay que hacer la repavimentación de la Ruta 6, que une Zarate y La Plata, extendiéndola hasta la Av. 90, que cruce hasta la orilla del Río en Berisso, y que desde ahí empalme hasta la Terminal de Contenedores. Esta autovía, que es fundamental y podríamos llamarla “ruta de la producción”, debe completarse con la llegada de la Autopista Buenos Aires-La Plata hasta la Ruta 11 y de ahí a la Av. 90. Así tendríamos toda una articulación de comunicaciones que potenciarían a nuestra región de una manera espectacular. Si a ello le sumamos que tenemos un Astillero de los más importantes, al cual hay que reorientarlo para que tenga efectividad y productividad necesaria para que sea competitivo; también una Zona Franca, que hoy es un depósito fiscal, habría que transformarla, aprovechando sus ventajas impositivas, en una zona productiva de alto valor agregado. Es decir, tenemos dadas todas las condiciones para que esta Región tenga un desarrollo espectacular. Tenemos el Parque Industrial La Plata que hay que hacerlo crecer con las hectáreas lindantes, un traslado que nunca se define políticamente; el Parque Industrial II, también en La Plata, que queda en expresiones de deseo, donde si no tenemos la aprobación definitiva es difícil que se radiquen las empresas. Es todo muy lento, necesitamos una planificación estratégica. Si tenemos las vías de comunicación, los parques industriales, la electrificación de los trenes, la Región tiene muchas posibilidades, pero tenemos que sentarnos a discutir cómo concretarlas. Este es un viejo reclamo de la UIGLP y que usualmente lo transmitimos en el tradicional almuerzo del Día de la Industria.
-¿Qué puede decir acerca de la suspensión de la Fiesta que iba a realizarse en la Zona Franca La Plata?
-Este año, lamentablemente el Gobierno Provincial nos quitó la posibilidad de poder hacer una conmemoración, que ya es una tradición en la Región, y que se haría en Zona Franca porque casualmente queremos que la Zona sea una de producción con alto valor agregado y no un depósito fiscal. No sabemos cuáles han sido las motivaciones de la suspensión. Desconocemos, porque no nos han dado ninguna explicación, sólo que no se puede hacer en Zona Franca cuando hace unos tres años, el mismo festejo se realizó allí con la presencia de todas las autoridades de la Provincia. Realmente estamos asombrados, porque es una decisión inexplicable, inentendible, y además desconsiderada, porque nos avisaron siete días antes de la realización de la conmemoración. Entonces, molestará lo que decimos. Y lo que decimos es esto. Me parece que es muy claro: buscamos el desarrollo regional con políticas nacionales. Si nosotros no planificamos a largo plazo, no aprovechamos las ventajas comparativas para transformarlas en competitivas, es imposible que podamos competir en el mundo. Es importante la administración del comercio, pero con inteligencia, no como se hace en este momento, en el cual depende si uno esta bien o no con Moreno. Estamos locos, no se puede discriminar de esa manera. Acá tiene que haber políticas iguales para todos, y para eso necesitamos políticas a largo plazo. Por eso, nuestra misión desde la UIGLP es promover trabajo para dignificar al hombre, porque si no hay trabajo no tenemos destino.