Las instalaciones de SOLP albergaron a una nutrida concurrencia, entre socios, alumnos, profesores y autoridades, que acudieron a la tradicional fiesta del Día del Odontólogo.
Con la presencia de autoridades provinciales, municipales, instituciones de la región y del ámbito de la salud, como la recientemente fundada “Unión Salud”, socios, familiares y amigos, se realizó en primer lugar el acto protocolar, que contó además con la presencia del intendente platense Pablo Bruera.
En la ceremonia se entregaron medallas recordatorias a los socios que cumplieron 25 y 50 en la profesión; así como el premio al Mejor Compañero, mediante votación de los empleados de SOLP, y que en esta oportunidad resultó elegido Diego Agostini.
También tuvo lugar la entrega de placas distintivas a los mejores promedios de los alumnos de la carrera de Odontología, tanto de la Facultad perteneciente a la UNLP como de la UCALP.
Además se entregaron reconocimientos a la Dra. Gladys García, y a Gustavo Pisano, en homenaje a sus 25 años de labor en la entidad, entregando según lo establecido por el convenio de UTEDYC, medallas de oro, con su respectiva cadena a ambos empleados.
En este marco, la primera en tomar la palabra fue la Dra. Gabriela Anchordoqui, quien se refirió a los acontecimientos del 2 de abril “y lo que pueda venir después del 27 de octubre, cambiarán el escenario. A la odontología le afecta tanto lo político, como lo social, o lo económico y cuando miramos hacia dónde va la profesión y es hacia la prevención”.
Luego, el presidente de SOLP, el Dr. Dardo Pereira, dijo que si bien “hoy festejamos el Día del Odontólogo, éste no es un buen momento para hacer festejos. La profesión atraviesa una crisis de las más profundas que se recuerden, y se siente con mucha fuerza”, y agregó: “dijimos que quedaban dos caminos: o la odontología se transforma en algo que sea para una minoría, o los dirigentes que representamos a la profesión buscamos entre todos otro camino, tratando de abandonar el nomenclador, que hoy no sirve para nada y que todavía toma a la caries como una enfermedad de una pieza dentaria, y no como una enfermedad de la boca”.
En ese sentido, sostuvo que “estamos trabajando fundamentalmente con el IOMA tratando de incorporar códigos de prevención y promoción de la salud que es lo que necesita nuestra gente para curarse, y no simplemente tratar la enfermedad”.
El diálogo es la única vía que tenemos que tener. Porque desde ese lugar, decimos como dijo alguna vez Mao Tse Tung: Debemos tratar de que florezcan mil flores, para que alguna de ellas sea la mejor”, concluyó Pereira.