El fenómeno de la venta callejera se extiende por las principales arterias de La Plata. Reflejo de la ilegalidad y la competencia desleal con el comercio establecido, empresarios de la región salieron a pedir medidas urgentes.
En el último tiempo la voz de las distintas Federaciones y Cámaras ligadas al comercio de la ciudad de La Plata y la región, se hizo escuchar. La principal de ellas fue la de la FELP –Federación Empresaria La Plata- quien, ante el avance desmedido de puestos callejeros y vendedores ambulantes que ofrecen desde frutas y verduras hasta ropa y objetos varios, enviaron una misiva al intendente Pablo Bruera para exigir “que haga algo”, ya que este tipo de comercialización está prohibida por ordenanza en la ciudad.
A este reclamo de la FELP -que agrupa a unas treinta entidades y centros comerciales de los distintos barrios- se le sumó luego la Cámara de Comercio e Industria, la Unión Industrial del Gran La Plata –UIGLP- y la Cámara de Comercio del Oste –CALPO-. Exigen “la urgente intervención del Municipio para terminar con la competencia desleal frente a las narices de todos y a pesar de ser una actividad no autorizada”.
Si se analiza el mapa de los puesteros, stands y manteros de los ambulantes, los mismos pueden verse todos los días en el Centro Comercial de Calle 12; el sector comercial de Los Hornos -avenida 137 y 60- , Olmos -avenida 197 y 44-, así como los ya reconocidos puesteros establecidos sobre las inmediaciones del Rectorado de la UNLP, en calle 7 y 48.
En tanto, desde la Comuna aseguran que se está buscando una salida a esta problemática, reflejo del desempleo en algunos sectores, y que en este sentido, se realizó un censo sobre la cantidad de personas que trabajan de este modo. Así, aseguraron que al menos unas 38 familias platenses viven de los puestos de venta ambulante.
La instalación de estructuras recostadas sobre el Pasaje Dardo Rocha en el frente que da sobre calle 50, la expansión de manteros a lo largo de la avenida 7 –en especial en la vereda del Rectorado, entre 47 y 48, en donde de unos seis puestos a principios de año pasado se pasó a unos veinticinco en la actualidad- y la radicación en muchos otros lugares de ventas informales de frutas, verduras, ropas y los más diversos artículos, hablan a las claras de un recrudecimiento y de un desborde de este tipo de comercialización.
El último caso de ocupación de espacios públicos, es el del Pasaje Dardo Rocha, donde prácticamente se realizan ferias los lunes, miércoles y viernes, donde se ofrecen desde pequeños cuadros con leyendas religiosas, hasta ropa usada y utensilios de cocina.
Así fue que la FELP envió una carta al intendente Pablo Bruera, mediante la cual le solicitan que: “en forma urgente arbitre los medios necesarios a los efectos de ejercer el poder de policía contra las ventas ilegales producidas en las plazas de la ciudad y alrededores, como así también en el interior de los distintos clubes de barrio”.
Además, la Federación agrega: “quien percibe las Tasas Municipales y quien las regula es el Municipio, en consecuencia, el control de legalidad de las ventas en vuestro territorio es exclusiva responsabilidad de la Comuna”. Por eso exigen que “se implementen las medidas urgentes y necesarias para terminar con dichas actividades ilícitas y que especulan contra toda persona que quiere ejercer o que ejercen lícitamente el comercio, cumpliendo día a día con las tasas municipales y demás cargas impositivas”.
Cabe recordar que en La Plata, la ordenanza 8209, que se promulgó en 1993, prohíbe todo tipo de ventas callejeras, exceptuando los puestos de flores autorizados. Además, prevé multas para quienes ocupen la vía pública con mercaderías o muestras con propósitos comerciales.
Mientras, desde el Municipio aseguran estar buscando “una pronta solución”, una salida al problema de la venta ambulante, al menos la de los puesteros instalados en el microcentro. Según lo trascendido, desde la Dirección de Control Urbano, “ya hay avanzadas tratativas con los ambulantes para llevarlos a un local amplio que se alquiló, acondicionado, hasta con baños públicos”.
Si bien no se quiso informar la dirección de dicho local, la Municipalidad asevera que “es inminente la relocalización de los ambulantes, salvo aquellos puestos de frutas y verduras a los que se les dará otra solución, el resto se mudará y formarán una especie de paseo de compras. Pero el que allí se instale deberá estar inscripto como monotributista, y pagar las tasas correspondientes de Seguridad e Higiene”, indicaron.
En fin, la problemática de la venta ilegal va más allá de una relocalización de una treintena de puesteros, ya que de hecho son muchos más y día a día aumentan en cantidad. La venta ambulante parece no tener fin.