Cerca de 290 mil personas perdieron su empleo en el primer trimestre y la tasa de desocupación subió a 9,2 por ciento en el primer trimestre de este año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El mayor deterioro se observó en el Conurbano bonaerense, donde el desempleo subió a 11,8 por ciento y se transformó en la región del país con peor situación laboral.
Con este resultado, alrededor de 1.149.000 estaban sin trabajo al cierre del primer trimestre del año.
Este resultado reflejó un incremento de 1,6 puntos porcentual respecto al último trimestre de 2016 y una décima inferior a la del segundo trimestre de ese año.
La subocupación del primer trimestre de 2017 fue de 9,9 por ciento.
Debido a que las estadísticas de empleo se reanudaron en el segundo trimestre de 2016 no se pueden realizar comparaciones interanuales.
IMPACTO
En general, la tasa de desocupación del primer trimestre del año suele ser mayor a la del último trimestre del año anterior, debido a que suelen ingresar al mercado de trabajo gente que terminó su etapa de instrucción educativa, sin que existan precisiones respecto al impactó de este ítem.
De hecho, y según datos del INDEC, el nivel de actividad económica dejó de caer en el primer trimestres del año respecto al período octubre-diciembre.
En base a la información del INDEC, la tasa de actividad, entendida como la cantidad de personas que salió a buscar trabajo sobre el total de la Población Económicamente Activa, se mantuvo en torno al 45,5% en el período enero-marzo de 2017.
Antes de que se dieran a conocer estos datos y en diversos medios, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo que “el empleo comenzó a recuperarse” a fines del año pasado.
“Pasamos por un 2016 muy difícil, un primer semestre en el cual perdimos casi cien mil puestos de trabajo”, admitió el funcionario, quien destacó que el “proceso terminó en julio cuando el empleo dejó de caer y en agosto comenzó a recuperarse”.
Según el ministro, “hay una economía que crea empleo, algo muy distinto a 2016, cuando la economía destruía empleos”.
Más allá de estas declaraciones, lo cierto es que la tasa de desocupación del 9,2% estuvo acompañada por una de subocupación demandante -que comprende a la gente que trabaja menos