Son los esfuerzos colectivos los que contribuyen a que las cosas sucedan.
Por Fernando Cristian Zabala con colaboración de Manuel Andrés Álvarez.

¿Qué es el liderazgo?
No existe una definición universal para “liderazgo”. Dada la complejidad del objeto, y su estrecha relación con las particularidades socio-culturales propias de cada lugar y tiempo, el estudio del liderazgo se ha abordado desde distintas corrientes y teorías.
En este espacio abordaremos el liderazgo desde una visión estratégica y social sin caer en la mera repetición de conceptos, en la búsqueda del saber por el saber mismo, sino intentando crear un punto de partida que permita la aplicación de la teoría en la creación de herramientas útiles que potencien nuestro desarrollo individual y colectivo como integrantes de la sociedad; que nos permita generar competencias para el bienestar y el desarrollo sostenible a partir de un saber hacer y lograr, un saber convivir y ser personas.
Desde esta aproximación al tema podemos decir que: Liderazgo es la acción de crear una visión colectiva, y desarrollar las estrategias para concretarla con éxito; es el arte de motivar a otros a acompañar en el desafío y cumplir con los ideales, objetivos y metas a pesar de los desafíos y dificultades que ello implique.
Liderazgo es, entonces, la acción de producir cambios, cambios útiles que generen una visión para un colectivo determinado, es señalar los rumbos para lograr el cambio, tender puentes, despejar los caminos y derribar barreras, motivar para alcanzar el futuro visionado, alinearse e integrar equipo, alentar y desarrollar a las personas como individuos dentro del grupo, conformar sistemas dinámicos para enfrentar el statu quo. Pero el líder tiene, además, otra función que le es propia y no es menor, sino sustantiva: debe desarrollar más líderes, formar a sus colaboradores y equipo como futuros dirigentes, debe pensar en el legado de su trabajo, porque la visión de conjunto no se agota en nuestro desarrollo propio sino que nos trasciende como personas individuales, y debemos asegurar esa trascendencia. Cabe destacar que en esta tarea nadie se hace grande o más grande disminuyendo la estima y el crecimiento de otros, sino muy por el contrario engrandeciendo a las demás personas. Ya lo marcaba el activista por los derechos de los ciudadanos Ralph Nader: “La labor del líder es producir más líderes y no más seguidores”.
¿Cómo es el ejercicio del liderazgo? ¿Qué herramientas necesitamos para el ejercicio del liderazgo? Muchos autores hablan e ilustran el ejercicio del liderazgo desde la influencia a través de la comunicación, nosotros preferimos hablar de la motivación a partir de la comunicación. Obviamente este proceso de motivación -influencia para otros autores- o de comunicación “a secas”, se realiza a partir de insumos, el insumo básico o potencial al que recurre un líder y su equipo para alcanzar logros es el poder, concepto que desarrollaremos en futuros artículos.

Volviendo al tema de la motivación, ésta no es unidireccional, es decir, no es un camino de mano única. De hecho, como lo venimos esbozando en la presente columna, si hablamos de visión compartida, de un futuro común, el líder motiva y es motivado al mismo tiempo. Esta concepción de espíritu de equipo o efecto sinérgico, la potencialización de todos por todos, nos recuerda aquel proverbio chino que reza: “si caminas solo, andarás más rápido, si caminas acompañado, llegarás más lejos”.
Siguiendo en línea con la definición de “motivación”, entendemos a ésta como el o los motivos que nos impulsan a alcanzar determinado objetivo, a buscar el bienestar individual y colectivo, ambos al mismo tiempo. Se dice que hay una motivación intrínseca o interna y otra extrínseca o externa. Se abordaran con más detalles los componentes motivacionales en otros artículos, pero a modo general ilustrativo decimos que la motivación interna es aquella que ejerce la atracción por la tarea, los resultados, el logro. En cambio hablamos de motivación externa cuando lo que moviliza es obtener un premio o evitar un castigo. Ambas motivaciones no son excluyentes, y será función y responsabilidad del líder llegar a equilibrar en el equipo ambos motivadores, internos y externos, ya que, de no lograrlo, es posible que emerjan conflictos y disfunciones diversas que pueden hacer colapsar al equipo y a la organización.
A modo de conclusión de este primer artículo, queremos compartir con los lectores una reflexión en el sentido de nuestro abordaje al tema: “No son los individuos los que hacen empresas exitosas, sino los equipos; liderazgo es construcción colectiva, liderazgo es red.”