En estos días, estamos un poco asustados porque la curva de contagios y de muertos en la Argentina ha aumentado. Y tenemos razón en preocuparnos. Una vida vale mucho. Aún así nuestros números son más que aceptables, más si lo comparamos con los guarismos de nuestros hermanos brasileños.
Lamentablemente, Brasil está 15 veces peor que la Argentina, y si tenemos en cuenta que poblacionalmente son 5 veces más grande que nosotros, si nos hubiera ido igual, hoy tendríamos en nuestro país cerca de 16 mil muertos..
Estas cifras no es para poner contento a nadie. Brasil sufre la impericia de sus gobernantes que sin duda se verán reflejado en el fuerte deterioro de su actividad económica, pero hay que tener en cuenta que el país vecino es nuestro principal socio económico. Cuando estornuda Brasil, ya la Argentina está resfriada.
Miremos las estadísticas del COVID-19 de hoy, en el cuadro que acompañamos.
Tenemos que valorar el esfuerzo hecho por la población argentina, y respetar las decisiones que ha tomado el gobierno, que más allá de los errores y aciertos, nos ha puesto en una situación de privilegio y envidiable en el mundo.
Si miramos el mapa de la región, nos damos cuenta, que a los países que les fue peor con esta pandemia, fueron aquellos gobernados por gobiernos liberales, donde el estado apenas maneja algunas cosas, y donde reina el negocio privado y mandan las corporaciones. Brasil con Bolsonaro, Chile con Piñera, Ecuador con Lenin Moreno y EEUU con Trump son la cara del desastre.
Esto no terminó, pero de seguir así cuando acabe, debería dejarnos algunas experiencias que nos permita mejorar en lo político, en lo económico y en lo social.
A seguirnos cuidando por favor.