Se trata de la distinción honorífica de más alta jerarquía que otorga la casa de estudios a personalidades nacionales o extranjeras, en virtud de su excelencia y méritos sobresalientes
Se trata de la distinción honorífica de más alta jerarquía que otorga la casa de estudios a personalidades nacionales o extranjeras, en virtud de su excelencia y méritos sobresalientes
El vicepresidente Académico de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, recibió el título Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Avellaneda. Se trata de la distinción honorífica de más alta jerarquía que otorga la casa de estudios a personalidades nacionales o extranjeras, en virtud de su excelencia y méritos sobresalientes
El reconocimiento, aprobado con la plena conformidad de todos los integrantes del Consejo Superior, fue propuesto por el decano del Departamento de Cultura, Arte y Comunicación, Daniel Escribano.

Tauber recibió la distinción de manos del rector de la UNDAV, Jorge Calzoni. En la ceremonia estuvo acompañado por el presidente de la UNLP, Martín López Armengol, el jefe de Gabinete, Carlos Giordano, y otras autoridades universitarias, docentes, Nodocentes y estudiantes.
Al hacer uso de la palabra, el titular de la Universidad de Avellaneda remarcó que se trata del primer rector al que se le entrega el Doctorado Honoris Causa y el quinto que otorga esa casa de estudios.

“En su nombre reconocemos a aquellos que construyeron durante tantos años de trabajo esta universidad pública argentina que hoy es respetada y valorada en el mundo”, resaltó Calzoni. Y agregó: “Para nosotros es una satisfacción homenajear a Fernando porque la Universidad Nacional de La Plata es una referencia para todo el sistema”.
Tras recibir su diploma, Tauber agradeció especialmente a los representantes de los distintos claustros de la UNDAV “por el reconocimiento y el trabajo conjunto de tantos años”.

El vicepresidente de la UNLP aprovechó para recordar que “la Reforma de 1918 fue la última gran reforma del sistema universitario de alcance continental, y sus postulados fueron los que terminaron de modelar nuestra Universidad actual. En estos tiempos complejos, aquellas ideas nos orientan en la vigencia de nuestro modelo, pero también en la responsabilidad de asumir un nuevo rol”.
“Por eso esa Universidad de la Reforma ya no es suficiente; la Argentina necesita soberanía y eso se construye con conocimiento, que no está en otro lado que en las Universidades. Por eso tenemos que sumar la producción y el trabajo a los viejos pilares de enseñanza, investigación, extensión y transferencia”, aseguró.

En esa línea, Tauber añadió: “el Estado muchas veces se atrasa en las políticas públicas y las universidades no deben esperar. Si aquellas políticas nos representan, tenemos que ser los primeros en encolumnarnos para que sean más eficientes; pero si esas soluciones no llegan, nosotros tenemos las herramientas suficientes para aportarlas”.
“El país tiene que construir soberanía desde el conocimiento y nosotros estamos obligados a dar respuestas porque tenemos este insumo”, dijo Tauber. Y concluyó: “El modelo de universidad pública argentina de los próximos años está plagado de obligaciones y por eso nos tenemos que unir para hacer más eficaz nuestro trabajo. Tenemos que resolver en conjunto todos los temas que no puede ni quiere resolver el privado ni el Estado. La Universidad de nuestros días es una Universidad con mucho compromiso y muy orientada”.